¡Llegó el día especial!

Llegó el día más esperado de la semana y no lo digo porque sea viernes, sino por el día tan estupendo que nos aguarda, ¡estamos preparados!.

Esperamos a que lleguen todos nuestros compañeros jugando a los coches y balanceándose en el columpio de clase.

Hoy en la asamblea nos espera una fruta muy rica y no es plátano, es sandía. Ha tenido gran aceptación aunque al principio nos estaban muy convencidos.

Finalmente bajamos al jardín con ganas de llegar para pasarlo pipa. De todos los charcos que había en el patio ¿adivináis en cuántos se han parado para saltar? efectivamente, en todos.

El decorado y el ambiente no pueden ser más propicios para la ocasión, mirad las fotos y veréis.

Nos han traído dos conejos y una tortuga que estaban en sus jaulas y hasta les hemos echado de comer. Los más atrevidos aparte de meter los dedos han metido la mano entera en las jaulas (sin tener que lamentar ningún daño).

Desde motos, globoflexia, pelotas, paracaídas y actividades de lo mas variadas, hasta unas aventuras para adentrarnos en la «selva».

Parecía que hoy no había niños, no han dado «ningún ruido», han disfrutado de lo lindo, han comido de maravilla, nos hemos reído mucho, han quemado todas las energías, cuando llevaban un tiempo «sin verme» venían a mí encuentro corriendo a darme un abrazo, con una sonrisa de oreja a oreja (de corazón, estos momentos no los cambio por nada).

Viendo lo visto, ojalá todos los días hubiera picnic, una jornada de lo más enriquecedora junto a la clase amarilla.

No podía faltar un almuerzo exquisito encima de las jarapas, por supuesto, todos juntos. Me he acercado por si pillaba un trozo de tortilla de patatas o filete empanado, pero no han dejado nada de nada…

Creo que esta noche todos vamos a caer rendidos en la cama.

Disfrutad del fin de semana y como siempre, o espero a la vuelta.

Un abrazo y beso fuerte.

Alba Cala.