Hemos conocido nuestros espacios, juguetes, compañeros, educadoras… ha sido una semana de cambios y adaptación. Poco a poco, estamos dando pasos importantes para habituarnos a las nuevas rutinas.

Disfrutando de las tapaderas y los juguetes de la cocinita, hemos hecho avances significativos.  Sin olvidarnos, de los momentos que pasamos con nuestros compañeros de la clase amarilla y sin nuestro tentempié, plátano y pan, pasamos un día más animado.

Podemos decir en mayúsculas que… ¡HEMOS SUPERADO LA PRIMERA SEMANA!.

¡Ozú, que bien! ¡ozú, que bien! ¡ozú, que bien! ¡que bien! ¡que bien! ¡que bien! ¡oooolé!.

Si habéis leído esto cantando, ¡tenéis tanta marcha como nosotros!. Os avisamos que en Febrero vamos a tener mucha más, ¡avisados quedáis!.

¿Alguien adivina por qué?, os damos una pista, es una celebración que combina elementos tales como disfraces, grupos que cantan coplas, desfiles y fiestas… ¡Muy bien, es el carnaval!.

Y, por supuesto, que nosotros vamos a participar.

Solo necesitamos una camiseta de manga corta blanca (una talla más grande que la habitual), para ponérnosla encima de la ropa, y lo más importante, muchas ganas de pasarlo bien.

Un abrazo, dos besos ¨volaos¨  y feliz fin de semana.

Alba Cala.

Hoy hemos recibido a un nuevo compañero en la clase azul.

Hemos compartido momentos con la clase amarilla, jugando un montón y conociéndonos todos, ¡toda una experiencia!.

¡Poco a poco nos vamos adaptando!

Alba Cala.

Comenzamos la mañana, tras una despedida aún costosa,jugando con los encajables y la cocinita.

Después continuamos con un primer contacto en clase con papel y ceras blandas . Una tira de papel fijada al suelo y ceras blandas de colores que pasan de mano en mano y que acaban esparcidas por el suelo tras unos breves trazos en el papel…¡Nos ha encantado!…acabamos la actividad arrugando el papel e intentando colaborar en la recogida de las ceras…¡ Poco a poco!.

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Tras la asamblea de la fruta en donde comemos un rico plátano, nos salimos a la terraza a jugar con bicis, corre-pasillos , el arenero… hasta la hora de la comida.

Tras una mañana tan ajetreada algunos deciden echar «un sueñecito» para reponer fuerzas.

Nos lo hemos pasado fenomenal.

Nuria García Pallás.