El día en la clase amarilla podemos decir que ha sido muy… ¡musical!
Comenzamos la mañana moviéndonos al ritmo de una de nuestras canciones favoritas «¿Cómo estás?». Os dejo aquí el enlace para que podáis disfrutarla en casa con vuestros pequeños/as cuando leáis con ellos el blog:
Pasamos por el aula de música, y Elena nos enseña un instrumento muy particular llamado «cortinilla»; se trata de un instrumento de percusión utilizado principalmente para producir color musical. Consiste en muchas campanillas pequeñas, típicamente cilindros de metal, de diferentes longitudes montadas colgando de una barra. Este instrumento se toca barriendo con un dedo o una baqueta a lo largo de las campanillas colgantes. Las campanillas están montadas en orden de altura musical para producir glissandos ascendentes o descendentes.
En resumidas cuentas, produce un sonido dulce y agradable, casi casi de cuento de hadas. Es por esto por lo que hemos viajado al mundo de la imaginación y le hemos cambiado el nombre, para nosotros hoy ha sido la cortina de los deseos. Cada componente del grupo ha tenido la oportunidad de hacer sonar la cortina mientras pedía su deseo particular… ¿Qué que han pedido?, pues no se puede decir porque no se cumplirían, claro 😉
Os animo a que les preguntéis en casa, a ver si se acuerdan y deciden compartir sus deseos con vosotros. ¡Suerte!



compañero Enzo porque hoy se ha convertido en hermano mayor. Enhorabuena también a sus papás, para los que hoy ha sido un día más que especial. Para celebrarlo, hemos compartido en la asamblea una rica limonada que hemos hecho con un limón que ha traído Enzo de casa. ¡Qué ricaaaaaa!
Carnaval. Como sabéis con niños tan pequeños, debemos comenzar a trabajar las propuestas con suficiente tiempo de antelación para que interioricen lo que se les está pidiendo, y así que el día de la fiesta consigan disfrutar realmente con esta actividad que es para ellos algo excepcional. Así que hoy, Eva ha sido la encargada de practicar con nosotros las letrillas que ese día cantaremos a coro a las familias.
Antes de llegar a nuestro parque, hacemos una agradable parada en el jardín. Allí nos sentamos a relajarnos, a respirar, y a escuchar el canto de los pájaros. Hacía una temperatura muy agradable, y entre todos hemos conseguido crear un clima de calma que nos ha sentado realmente bien.
energía, con la ilusión de vivir grandes aventuras con sus compañeros/as de clase.


