Aprovechando que nuestros vecinos de la clase naranja están fuera en la granja visitamos la clase que muy pronto será la nuestra. Hacemos la asamblea igual que los naranjitas y después decidimos con qué jugar. Ellos lo tienen muy claro tras la votación que creeis que eligen ¡¡¡los coches!!! y también la cocinita. En el desarrollo del juego comparten ideas e intereses como mayores que son. Unos rotan de actividad y otros se mantienen constantes.
Una vez que terminamos de jugar recogemos. Clasificamos los juguetes y lo dejamos ordenado. Tras tomar la fruta nos ponemos la crema solar, nos ponemos las gorras y…al ¡patio!
¡Buen fin de semana!
Encarna Camús.
En la
en cuenta que en las granjas también hay un huerto donde se siembran toda clase de hortalizas, aprovechamos que nuestras semillas de lechugas, rúcula y cebollino están crecidas para trasplantarlas en nuestro huerto.
ocasión ninguno se enfada o se asusta por estar oscuro. Contentos comienzan a buscar su sombra. A continuación son ellos los que juegan con siluetas. Cada una de ellas las reconocen nada más verlas.











