Hemos pasado un día estupendo. Comenzamos la mañana leyendo el
cuento : «¿Pueden volar los peces?»; en él la mariquita Juanita nos descubre que hay seres en nuestro planeta que no podíamos ni imaginar que existiesen.
Ante la pregunta de ¿a qué vamos a jugar hoy?, las propuestas han sido más variadas que en días anteriores, pero todas ellas han girado en torno al mundo animal: animales acuáticos, insectos y animales «en general». Además enriquecemos nuestro juego usando las construcciones «lego» para construir las casas de los diferentes animales.
Por la tarde les planteo un reto, vamos a pintar unos peces voladores como los del cuento, para ello usamos témpera, ceras duras y gomets para simular las colitas de los peces. Poco a poco va aumentando la intención y la capacidad representativa en sus dibujos. Os animo a pararos un ratito en el tablón de la clase para ver sus creaciones.
Loli Gálvez
La adaptación de nuestros naranjitas va viento en popa. Las despedidas están siendo interiorizadas y poco a poco forman parte de nuestra rutina diaria. Parece que les gusta que comencemos la mañana con canciones y cuentos, hoy ha sido el turno de : «Cuando estoy contento» (tratando de fomentar que ese sea nuestro estado de ánimo durante todo el día).
muy bien, aunque a veces da la sensación de que los leones están enfadados o están peleando…
Por la tarde hemos tenido sesión de dibujo con tizas de colores en la pizarra y el tapiz de la clase, y además construimos con bloques de madera.
Comenzamos la mañana con la lectura del cuento «Por cuatro esquinitas de nada», lectura muy recomendable para trabajar con los niñ@s el respeto a la individualidad de cada uno/a y las diferencias. A veces lo diferente asusta un poco…, pero debemos ser capaces de saber ver lo que puede aportarnos y con lo que puede enriquecer a nuestro grupo. Tod@s somos importantes.
una planta desde su nacimiento. Nos ha traído una lata (que no es de conserva, jajaja), dentro tiene semillas, y viene preparada para que la reguemos y poco a poco podamos observar el crecimiento de una planta. Nos ha parecido una idea genial, y hemos aprendido que tenemos que regarla «un día sí, un día no», y cuando pase una semana más o menos, podremos ver la planta. ¡Qué bien!, muchísimas gracias Leo.