Cada mañana la clase rojita comienza con un momento muy especial, la asamblea. Es un espacio de encuentro donde nos escuchamos, compartimos lo que sentimos y hablamos de todo lo que nos pasa.
Ayer, por ejemplo, comenzamos con una conversación que nos hizo pensar… ¡y reÃr mucho!
— ¡Chicos! ¿Sabéis que mi padre está jubilado?
— ¿Qué es estar jubilado?, pregunta Silvia.
— Es tener mucho dinero.
— ¡No! Es que tienes muchos años y estás muerto.
— ¡Nooooo! Eso es que ya no vas al trabajo.
— Yo creo que mi abuelo es de esos… le preguntaré.
Este tipo de conversaciones espontáneas no solo ayudan a que hablen más y mejor, sino que también les permiten expresar lo que sienten y pensar con curiosidad. Además, poco a poco, aprendemos a escucharnos, respetarnos y sentirnos parte de un mismo grupo.
Cada uno tiene algo que decir. Cada idea vale.
Después de varias semanas de aventuras jurásicas, el grupo ha decidido que… los dinosaurios ya no les apetecen tanto.
Las aportaciones de gran parte del grupo han enriquecido la propuesta y han suscitado el interés general.
Por ejemplo, Diego nos explicó cómo era el tamaño real de un diente de tiranosaurio, ¡era enorme! También pudimos tocar una réplica de una garra de velociraptor… ¡guau! Y vimos de cerca un diente de tiburón, que despertó aún más curiosidad. Como os dije en la reunión, vuestra colaboración es fundamental para enriquecer las experiencias del grupo. Y creedme, este curso ha comenzado de maravilla.
Y para cerrar esta propuesta como se merece, recibimos la visita de Jingjing, la mamá de Fara, que nos trajo dos réplicas impresionantes: una cabeza de velociraptor y otra de diplodocus.
¡Ha sido alucinante ver de cerca cómo eran realmente!
Nos fijamos en el tamaño, en los dientes… ¡y nos hicimos muchas preguntas!
Gracias, Jingjing, por compartir este momento tan emocionante con nosotros.
Después de la asamblea, llega uno de los momentos más esperados del dÃa, elegir a qué vamos a jugar. Lo hacemos de forma democrática, cada rojito propone una idea, votamos… ¡y la más votada marca el rumbo de nuestro juego!
El juego elegido fue, las herramientas:
— ¿A qué vais a jugar?
— ¡A las herramientas!
— ¿Pero a qué exactamente?
— A arreglar cosas… y después destruirlas.
— Entonces, ¿necesitáis algo más?
— ¡Siiii! Maderas y construcciones.
En pequeños grupos, construyeron estructuras, repararon sillas, utilizaron herramientas con mucho cuidado y sentido…
Estaban creando, colaborando, resolviendo problemas y aprendiendo de forma auténtica.
Después del juego y la recogida, llegó el momento de dibujar lo que cada uno vivió. Representar gráficamente lo que han experimentado les permite reflexionar, organizar su pensamiento y revivir la experiencia.
Contaros que hemos dado comienzo a algunos de los talleres especÃficos que iremos desarrollando durante el curso.
Uno de los primeros ha sido dibujar cómo nos vemos a nosotros mismos. A través del dibujo de la figura humana, los rojitos comienzan a representar su cuerpo, cómo se sienten y cómo se perciben.
Este tipo de actividades no solo favorecen la expresión artÃstica, sino también el conocimiento del propio cuerpo, la atención a los detalles y la construcción de su identidad.
¡Y asà terminamos nuestra semana llena de juegos, descubrimientos y risas!
Que paséis un feliz fin de semana, ¡Nos vemos el lunes con más aventuras!
Silvia.