Tras haber estado trabajando en el proyecto «los alimentos», a lo largo de varias semanas, el miércoles pasado otorgamos cierre oficial al mismo, con una actividad muy especial :«Un desayuno saludable» que compartimos con el grupo de 4º EPO.
Este proyecto, nos ha permitido abordar de manera significativa y vivencial, contenidos relacionados con el conocimiento del entorno, la educación para la salud y el desarrollo del pensamiento cientÃfico.
A lo largo del proyecto se han trabajado, entre otras muchas cosas:
- El origen de los alimentos: animal, vegetal y mineral.
- Los conceptos materia prima y producto derivado.
- La diferencia entre fruta y verdura.
- Cómo es la cadena de producción y venta.Â
- Beneficios de llevar una alimentación saludable y equilibrada.
- Conocimiento de distintas formas tradicionales de conservación de alimentos (utilizando azúcar, sal o vinagre).
La estrecha vinculación de estos aprendizaje con experiencias prácticas reales, como las llevadas a cabo a través de la salida a Mercagranada, el juego simbólico de «las tiendas», todo el proceso seguido con las aceitunas (recogida, curación y aliño), el análisis de nuestro menú diario, la degustación de dulce de membrillo (aportado por AntÃa y enfatizando en el modo de conservación con azúcar) y otras tantas que os he ido relatando en anteriores entradas, ha sido clave para que el aprendizaje sea verdaderamente significativo.
El alumnado de cuarto de primaria ha tenido un papel especialmente relevante como mediador del aprendizaje, explicándonos algunas propiedades de los alimentos y profundizando en productos del entorno cercano, como el caqui, el membrillo o la granada, aprovechado los recursos naturales del centro, que cuenta con numerosos árboles frutales.


Como os decÃa más arriba, el cierre del proyecto se ha materializado con un desayuno saludable compartido, al que añadimos un taller de transformación de alimentos, donde el alumnado de ambas etapas participó en la elaboración de galletas saladas de romero. Paralelamente, el grupo de cuarto realizó (ya que implicaba usar cuchillo y nosotros aún no disponemos de esa destreza) un encurtido de tomates verdes, como forma de presentar otra de las formas de conservar alimentos, prolongando su tiempo de consumo.


- Taller de transformación de alimentos. A través del cual pusimos en práctica todo lo aprendido en relación a esta temática y pudimos intercambiar experiencias e impresiones, entre ambos grupos. El taller elegido fue «Galletitas saladas de romero».
En primer lugar y previo paso por el baño, para lavar correctamente nuestras manos y ponernos el delantal, presentamos los ingredientes necesarios para nuestra receta: harina, sal, huevos, mantequilla y romero. Luego fuimos diciendo el origen de cada uno de ellos y si pensábamos que era una materia prima o un derivado.


Una vez que tuvimos todo bien medido, mezclamos bien todos los ingredientes, obteniendo una masa que tras enfriar en el frigorÃfico un tiempo, cortamos y pasamos a hornear.





Durante el tiempo de horneado aprovechamos para ir preparando el resto de alimentos que tomarÃamos en nuestro desayuno saludable.



- Desayuno saludable.
Fuimos presentando los alimentos, animando al alumnado a verbalizar qué conocÃa de cada uno de ellos. El grupo verde aportó su granito de arena nombrando el origen y posibles derivados,  los mayores nos hablan de beneficios para el sistema digestivo, circulatorio y un sinfÃn de cosas nuevas, que aunque no recordemos sus nombres, nos encantó escuchar. De cada uno de los alimentos nos fueron diciendo qué macronutrientes nos aportaban en mayor medida (hidratos de carbono, proteÃnas y grasas) y también los micronutrientes (vitaminas y minerales).
Aquà os dejamos el estupendo «Brunch» que se tomaron vuestros peques y que les encantó: mandarina, manzana, dulce de membrillo, pan con AOVE, jamón serrano, aceitunas y galletas de romero.




¡Podéis probar en casa estas Navidades!
Igual os sacan de un apuro.
Este proyecto inter-etapas (educación infantil y primaria) nos ha proporcionado una experiencia valiosÃsima, en cuanto a creación de sinergias, entre grupos de edades muy dispares y lo que ello supone a la hora de adquirir conocimientos nuevos, a través de actividades significativas, con aplicación práctica y motivadoras. Potenciándose competencias clave a nivel curricular, como la comunicación lingüÃstica, la cientÃfica y el aprender a aprender. Por no hablar de las sociales y emocionales, como la cooperación, responsabilidad, empatÃa y el sentimiento de pertenencia a una comunidad educativa que aprende de forma conjunta y significativa.
Gestionar de forma autónoma las distintas tareas, de forma cooperativa (con edades tan distantes), es un clarÃsimo ejemplo de que el aprendizaje colaborativo funciona. El alumnado ha tenido oportunidad de desarrollar sus propias competencias y capacidades, de ser protagonista de su aprendizaje, de fomentar/reforzar sus relaciones interpersonales y de alcanzar un verdadero aprendizaje significativo.
En la actualidad las dinámicas de equipo, los grupos de trabajo y las estructuras organizativas horizontales (frente a las jerárquicas) están a la orden del dÃa, de modo que ¡preparémosles para la vida!
Aún nos queda un poquito para terminar el trimestre y los dÃas que restan para ello vienen cargados de más experiencias y aventuras compartidas.
En la próxima entrada os contaré el resto de semana y me despediré de vosotros hasta el año que viene.
Os dejo esta imagen, de lo impresionante que está nuestro jardÃn, a punto de recibir ya la llegada del otoño. Me sigue pareciendo un privilegio entrar cada mañana por él.
¡Hasta mañana!
Esther Justicia.