En Alquería damos muchísima importancia al tiempo que pasamos fuera del aula. Cada momento en el exterior se convierte en una oportunidad para explorar, jugar, aprender y disfrutar juntos. Nuestro entorno, en plena Vega, nos regala un jardín y un parque llenos de vida, donde cada día suceden cosas nuevas y donde los niños y niñas se sienten libres para investigar y compartir.
Salir al exterior nos permite jugar y convivir con compañeros y compañeras de la clase naranja y verde. En esos momentos se mezclan edades, juegos y formas de relacionarse. Los más pequeños observan y aprenden de los mayores, y los mayores se sienten responsables, atentos y cariñosos con los pequeños.
Esas relaciones naturales y espontáneas fortalecen la autonomía, la empatía y la cooperación, además de ayudarlos a resolver conflictos, esperar turnos o buscar soluciones juntos.
En nuestro jardín y parque siempre hay algo que despierta la curiosidad, una hoja diferente, una flor que se abre, una mariquita o un pequeño charco después de la lluvia. Todo lo que ocurre a nuestro alrededor se convierte en una oportunidad para aprender desde la experiencia, siendo los peques los protagonistas de sus propios descubrimientos.
Hace unos días encontramos una araña muy grande mientras jugábamos. Decidimos observarla con atención, y la metimos con cuidado en un bote con lupa para poder verla mejor. Nos sorprendió descubrir todos los detalles de su cuerpo: sus patas, su abdomen, sus colores… y eso nos llevó a investigar más.
Supimos que era una araña lobo. Aprendimos que, además de tener ocho patas, también tiene ocho ojos, lo que le permite ver casi todo a su alrededor para cazar y protegerse. Descubrimos que no teje telarañas para atrapar a sus presas, sino que corre muy rápido tras ellas, y que las mamás araña lobo llevan a sus crías a la espalda hasta que pueden valerse por sí solas. ¡Nos dejó a todos fascinados!
Como la curiosidad no se quedó ahí, decidimos que nuestra araña lobo sería la protagonista del taller artístico de la semana.
Primero dimos color al fondo con ceras acuarelables, inspirándonos en los tonos del otoño.
Después quisimos añadir telas de araña, y para hacerlas utilizamos papel de una vieja guía telefónica que rasgamos con nuestras manos. El rasgado es una actividad muy importante para trabajar la coordinación óculo-manual: requiere mirar, calcular, controlar la fuerza de los dedos y mover las manos con precisión. Al principio nos costó un poco, pero con paciencia y esfuerzo… ¡lo conseguimos!
Por último, llegó el momento de dibujar a nuestra amiga la araña lobo. Cada uno contó con cuidado sus ocho patas y sus ocho ojos, asegurándose de que no faltara ninguno. Ha sido una experiencia muy divertida y significativa, en la que se ha mezclado ciencia, arte, motricidad y mucha ilusión.
Así, cada día en el exterior se convierte en una nueva aventura. Y nuestro parque, lleno de plantas, bichitos y colores, sigue siendo ese espacio mágico donde la naturaleza enseña y nos une.
Quiero deciros lo contenta que estoy con el grupo. Cada día me sorprende ver cómo cada rojito aprende a su manera, a su ritmo, disfrutando, preguntando y descubriendo cosas nuevas. Es precioso ver cómo se emocionan con cada hallazgo y cómo se ayudan entre ellos. Aprender a aprender no siempre es fácil, pero ellos lo hacen con ilusión y curiosidad, y eso me llena de alegría.
Esta semana también hemos trabajado las letras de manera manipulativa. Jugamos a observarlas, tocar sus formas y conocer los sonidos que hacen. Lo hacemos usando los nombres de nuestros compañeros, los días de la semana, palabras como “araña lobo” y otras que forman parte de nuestro día a día.
¡Pero eso no es todo!
Pepita, nuestra mascota, está muy ilusionada porque este viernes realizará su primer viaje a casa de Ale. ¡Esperamos que se divierta mucho y que pase una feliz semana en su casa!
Contaros que ya están disponibles las fechas para participar en la actividad de “Las profesiones”. Podéis elegir la fecha que mejor os venga y apuntar vuestro nombre. ¡Nos encantará descubrir a qué os dedicáis! ¿Quién será el primer valiente que nos visite?
Nuestros rojitos han tenido la oportunidad de asistir a su primer “experto” en la clase verde. En esta ocasión, el experto fue Manuel, que nos enseñó cosas muy interesantes sobre los ríos. Poco a poco, todos los rojitos irán visitando a otros expertos y disfrutando de estas experiencias tan enriquecedoras.
Y para terminar… Nos faltan algunas fotos para completar el barco del pirata de las emociones. ¡Ánimo, familias!
Verlos crecer y disfrutar de todo lo que viven cada día es, sin duda, lo mejor de nuestro trabajo.
Silvia.