¡Hola familias!
Además de sumergirnos en todas las actividades y aprendizajes de nuestro proyecto sobre la granja, quiero contaros que, de manera paralela, disfrutamos de los talleres mensuales de inteligencia emocional y de yoga.
La pasada semana, en nuestra sesión de psicopedagogía con los rojitos, trabajamos tres habilidades muy importantes para el desarrollo de nuestros peques: la atención, la capacidad de inhibición y la flexibilidad cognitiva. Todo ello a través del juego, como siempre, aprendiendo y disfrutando.
Comenzamos con una actividad que causó muchas risas y sorpresa, «Encuentra las diferencias». Dos voluntarios se colocaron al frente del grupo y, con ayuda de sus compañeros, les pusimos algunos elementos de disfraces (sombreros, gafas, collares, pañuelos…). Después, salieron del aula brevemente y, al volver, uno de ellos tenía un cambio. ¿Serían capaces de encontrar qué había cambiado? Con este juego tan divertido estuvimos entrenando la atención, la concentración y también la memoria visual. ¡Qué ojos más atentos tienen los rojitos!
Luego pasamos a movernos al ritmo de la música con nuestra versión de las «Estatuas musicales», pero con un pequeño giro. Cada vez que la música se detenía, en lugar de simplemente quedarse quietos, los rojitos debían seguir una indicación nueva, imitar a un animal, poner una cara graciosa, levantar una mano, o cualquier otra consigna que pusiera a prueba su creatividad y capacidad de reacción. Esta dinámica nos ha ayudado a trabajar el control inhibitorio (detener el movimiento cuando suena la señal) y la flexibilidad cognitiva (adaptarse rápidamente a nuevas instrucciones).
La pasada semana también vivimos la última sesión de yoga del curso. Esta vez, Marta nos tenía preparada una actividad muy especial sobre alimentación consciente y atención plena para despertar todos los sentidos de nuestros pequeños yoguis. Empezamos como siempre con nuestra ronda de saludos: todos en círculo, nos miramos a los ojos y decimos “¡Namasté!”
Con las respiraciones más calmadas, Marta nos sorprendió con una propuesta muy divertida, un juego a ciegas. Nos pidió que cerrásemos los ojos y, sin ver, tuviésemos que averiguar qué alimento teníamos delante solo usando:
El oído: escuchando si el alimento cruje o suena.
El olfato: percibiendo aromas dulces, cítricos o salados.
El gusto: probando con cuidado un pequeño trocito.
Como era de esperar, en cuanto dijimos “¡cerrad los ojos!”, el gusanillo de la intriga y las risas hicieron acto de presencia.
Marta colocó en nuestras manos un trocito de manzana. Al principio, muchos dudaron: “¿Se come esto?”, preguntaban con los ojos apretados. Poco a poco, al notar el crujido y el toque jugoso, adivinaron que era manzana.
El siguiente desafío fue un trozo de galleta salada. Aquí la cosa se puso más complicada: el sabor era menos familiar, y algunos valientes se echaron las manos a la cara antes de probar. “¿Será queso?”, “¿Pan?”, “¡No sé!”. Pero al final, tras escuchar el crujido y notar el toque un poco seco en la lengua, muchos acertaron la galleta salada.
Ha sido muy bonito ver cómo, a través de la última sesión de yoga, los rojitos han aprendido a confiar en sus sentidos, a escuchar su intuición y, sobre todo, a disfrutar del momento presente.
¡N a m a s t é!
Este miércoles 21 de mayo es el gran día, nos vamos a la Granja-Escuela Huerto Alegre. Durante la visita pondremos en práctica todo lo que hemos aprendido sobre el funcionamiento de la granja y su entorno.
Hora de salida: Os espero a todos a las 9:00 h en el colegio, máxima puntualidad.
Regreso estimado: Volveremos alrededor de las 17:30 h.
Qué llevar: Gorra, camiseta de manga corta, pantalón largo, sudadera, zapatillas cómodas, crema solar puesta de casa y muchas ganas de pasarlo bien!!!!
El jueves, además de celebrar el cumpleaños de nuestro compañero Lucas, disfrutaremos del «Día sobre ruedas». Como los cursos superiores estarán de excursión, ¡tendremos todo el centro solo para nosotros!
¿Qué traer? Bicicleta, patinete, patines…
Es importante que ya sepa manejar el vehículo que traiga. Si nunca ha usado patines, por ejemplo, no los recomiendo para evitar caídas y contratiempos.
Nos espera un cierre de curso lleno de diversión y experiencias inolvidables.
Silvia.