Llevamos semanas trabajando en torno a nuestro proyecto de emprendimiento. La idea nace tras hacer un DAFO adaptado con el que reflexionar sobre nuestras fortalezas y debilidades tanto individualmente como en grupo, tras unir esas potencialidades que nos definen y los intereses que nos motivan, concluimos que podía ser buena idea dirigir nuestro proyecto de emprendimiento hacia la creación de nuestro propio cortometraje. Algunos de ellos giraban en torno a: el dibujo, el teatro, la música, los cuentos, las películas, los disfraces…
Todo comenzó con actividades con las que entender que es el trabajo en grupo, su importancia y la gestión del mismo.
Ya con la idea, nos pusimos manos a la obra; Nos organizamos por equipos de trabajo con diferentes roles: banda sonora, vestuario, maquillaje, guionistas, decorados…
Durante las semanas de trabajo, se vivió un ambiente de cooperación y entusiasmo contagioso. Cada grupo aportaba desde sus talentos, al tiempo que aprendía a trabajar en equipo, tomar decisiones conjuntas, resolver problemas y gestionar tiempos.
Y así, después de muchos ensayos, bocetos, grabaciones, incluso la visita a la facultad de comunicación y documentación, ¡llegó el gran día! El cortometraje fue grabado con la participación activa de todo el alumnado, y con la inestimable ayuda de Ana, Yolanda y Luciano.
Tras la grabación aprendimos la importancia de la difusión, lanzar el producto, hicimos equipos de diseño y comunicación, creando carteles promocionales, diseñando invitaciones para el preestreno y presentando el evento.
Tengo que destacar que mi papel ha sido el acompañamiento pero el grueso ha sido decidido y ejecutado por el grupo de niños y niñas de 2º EPO, que no han dejado de sorprenderme en todo el proceso en que también hemos sido asistidos por Ana Fernández a la que agradezco su colaboración e implicación.
Y ahora si, llegamos al final de un curso lleno de momentos que van mucho más allá de lo académico. Ha sido un año de descubrimientos, abrazos, emociones intensas y aprendizajes que construyen la base no solo del conocimiento, sino de la vida misma.
En cada rincón del aula, vimos crecer no solo mentes curiosas, sino también corazones valientes. Niños y niñas que aprendieron a poner nombre a lo que sienten, a respetar a los demás, a confiar en sí mismos y a buscar su lugar en el mundo con firmeza y seguridad.
Gracias, familias, por confiar en nosotros, por caminar a nuestro lado con paciencia, amor y compromiso. Juntos hemos sembrado algo muy valioso: el deseo de ser felices, de aprender con sentido y de construir relaciones sanas y conscientes.
Me despido con el esperado corto, esperamos que os guste.
Tatiana Molina -Tutora 2ºEPO-