Queridas familias,
Concluimos nuestro proyecto sobre el reciclaje y, con él, el «Taller de Juguetes», una propuesta que cada año desarrollamos en el grupo rojo y que nos permite trabajar, de manera natural y significativa, la educación medioambiental, la creatividad y la educación emocional en una etapa clave del desarrollo de vuestros hijos e hijas.
A través del uso de materiales reciclados y no estructurados —objetos cotidianos sin una función de juego definida— los rojitos han podido explorar, imaginar, transformar y crear libremente. El objetivo principal ha sido que aprendan a reutilizar materiales de forma autónoma, dando rienda suelta a su creatividad y encontrando nuevos usos a aquello que, en un principio, parecía no tenerlos.
A los 4 años, la creatividad es algo natural y muy valioso. En esta edad los niños no buscan hacerlo perfecto, sino probar, experimentar y descubrir. Acompañar y cuidar esta forma de jugar y pensar es fundamental, ya que les ayuda a desarrollar habilidades que les servirán toda la vida, adaptarse a los cambios, buscar soluciones, confiar en sus ideas y atreverse a intentarlo.
Durante el proyecto han aprendido haciendo, tocando, probando, observando y pensando. El juego ha sido el eje de todo el aprendizaje, permitiéndoles comprender el mundo que les rodea de una manera activa y significativa.
El juego con materiales abiertos también ha sido una gran oportunidad para trabajar las emociones. Al no haber una única forma correcta de jugar, los niños aprenden a equivocarse sin miedo, a volver a intentarlo y a manejar la frustración cuando algo no sale como esperaban. Poco a poco, van ganando seguridad y confianza en sí mismos.
Este tipo de juego les ofrece además un espacio para expresar lo que sienten, compartir ideas y colaborar con los demás. Crear juntos, respetar turnos o aceptar distintas propuestas son aprendizajes sociales muy importantes a esta edad.
Los materiales reciclados y no estructurados son especialmente enriquecedores porque no lo dan todo hecho. Como dice Francesco Tonucci, “los niños no necesitan juguetes perfectos, sino tiempo, espacio y libertad para jugar”. Cuando el material es sencillo y flexible, la imaginación se pone en marcha y cada niño crea desde su propia forma de ver el mundo.
En esta etapa, el proceso es mucho más importante que el resultado. Les hemos dejado probar, equivocarse y volver a intentar, entendiendo el error como parte natural del aprendizaje.
Una vez elegido el juguete que querían crear y los materiales que lo formarían, el trabajo de fabricación ha supuesto todo un reto. Cada rojito tenía muy claro cómo quería hacerlo, qué materiales unir, cómo pegarlos, qué colores utilizar o cómo decorarlo. En algunos casos, ha sido imposible unir ciertos materiales, y eso les ha llevado a replantearse la idea inicial y buscar nuevas opciones hasta encontrar una solución que les convenciera.
Durante todo este proceso, Silvia les ha acompañado y ayudado, ofreciendo apoyo cuando lo necesitaban, pero los verdaderos artistas han sido nuestro trece rojitos, defendiendo sus ideas, tomando decisiones y manteniéndose fieles a lo que querían crear.
Han pintado, recortado, decorado, escrito… y han puesto en cada juguete mucho esfuerzo, paciencia e ilusión. Ha sido muy bonito ver cómo se concentraban, cómo argumentaban sus elecciones y cómo se sentían orgullosos al comprobar que su juguete iba tomando forma gracias a su constancia y creatividad.
Nuestros rojitos se sienten muy orgullosos del juguete que han creado, no solo por el resultado final, sino por todo el camino recorrido hasta llegar a él. Hoy mismo hemos bajado a las clases de primaria para invitar a todos los compañeros y profes a visitar nuestra exposición de juguetes.

Creemos firmemente que experiencias como este «Taller de Juguetes» ayudan a formar niños y niñas curiosos, creativos, seguros de sí mismos y emocionalmente competentes, preparados para afrontar la vida con ilusión y confianza.
¡Enhorabuena a mis pequeños y pequeñas por su gran trabajo, su creatividad y sus ganas de aprender jugando!
Silvia.

También han continuado los
Después han trabajado una historia navideña muy divertida, “La abejita que salvó la Navidad”. A través del cuento, los rojitos se han acercado a diferentes posturas de yoga imitando animales (serpiente, rana, tortuga, flamenco…) . Igual que la protagonista, han descubierto que respirar bien les ayuda a estar tranquilos, fuertes y seguros, y que esa calma interior también les permite afrontar pequeñas dificultades. Al final, la abeja consigue colocar el árbol de Navidad y todos celebran que… ¡ha salvado la Navidad!
Nuestra mascota
Tanto la especialista de
Nuestra especialista,
Hoy también ha arrancado nuestro 

El lunes, celebramos el 
Conocimos que el flamenco es un arte cuya «receta» contiene varios ingredientes, siendo los principales:
Tras estas actividades, toda la etapa pudo disfrutar de una
Hoy hemos recibido una nueva visita,

