Como sabéis, entre otros muchos rasgos diferenciadores, nuestro proyecto educativo cuenta con «espacios» en los que tienen cabida la conciencia corporal, mental y emocional. Así como con diversas actividades, experiencias y talleres, enfocados a la mejora de la concentración y la calma, de forma no solo respetuosa sino bastante efectiva.
En el grupo verde, seguimos entrenando de manera cotidiana y específica nuestras funciones ejecutivas, sabiendo que éstas no son innatas sino que se entrenan y que su desarrollo culmina más allá de los veinte años.
También realizamos prácticas formales e informales de Mindfulness, que nos permiten ir aumentando la capacidad de atención al momento presente. La que más les gusta, de momento, es la respiración consciente con el gong y/o con la vela.
Hemos implementado las «pausas activas», mediante el movimiento, como forma de aumentar la concentración, disminuir el estrés y favorecer la correcta oxigenación cerebral.
También los «momentos stop» son algo novedoso este curso. Los utilizamos para distintos objetivos, relacionados con energizar o calmar. A través del movimiento, la respiración o la atención plena, pudiéndose dar una combinación de varios o todos ellos.
Todas estas experiencias, herramientas, actividades… unidas a las sesiones mensuales de yoga e inteligencia emocional, contribuyen a mejorar el clima escolar, aumentar/calmar la energía del aula, enfatizar la importancia de la higiene postural, trabajar de forma consciente el plano socio-emocional, conformar un buen auto-concepto…
El jueves pasado, tuvimos la suerte de disfrutar de una de estas sesiones ¡nuestra primera sesión de yoga del curso!
A través de la práctica del yoga el alumnado se conecta más con su respiración y su actitud corporal, a la vez que consigue herramientas de relajación para su día a día. Es una disciplina que en nuestro proyecto educativo está dentro del desarrollo psicofísico del alumnado. Nos permite descubrir algunas de las posibilidades que posee el cuerpo, como fuente de sensaciones positivas, nos ayuda a identificar emociones y nos presenta la relajación como medio para el cuidado corporal y mental, entre otras muchas cosas.
Marta, nuestra especialista de yoga, nos introdujo en la sesión a través de la práctica consciente que realizamos al andar. También nos presentó las normas básicas de este espacio.
Entre todos recordamos las tres formas distintas para sentarnos en la esterilla, que nos presentó el curso pasado y nos enseñó una nueva: «la mariposa». Nos permite cambiar de postura cada vez que lo necesitemos, para intentar evitar la incomodidad, aunque nos insiste mucho en la importancia de mantenernos erguidos y no «con la espalda derretida».
Hablamos un poquito acerca de qué es el yoga y acordamos que con su práctica seremos más fuertes, estaremos más tranquilos y seremos más felices.
Después realizamos una presentación en círculo, en la que cada uno fue diciendo su animal favorito e intentamos reproducirlo a través de diversas posturas de yoga.
Por último, y antes de despedirnos con el habitual Namasté, practicamos varias veces «el saludo al sol». El Saludo al Sol es un baile para nuestro cuerpo y nuestra respiración. Imaginamos que saludamos al sol para darle los buenos días. Hacemos movimientos grandes, como estirarnos, doblarnos y abrir los brazos, despertando nuestro cuerpo y sintiéndonos fuertes y contentos. Cada movimiento se hace con tu respiración: inhalamos al subir, exhalamos al bajar.
https://www.youtube.com/watch?v=0H2ceR_rTL8
Finalizamos la sesión con otro «caminar consciente» y dando las gracias ¡namasté!
El jueves pasado, también tuvimos oportunidad de inaugurar por fin nuestras «salidas a la vega».
Al igual que el yoga, se trata de una actividad de enriquecimiento curricular, incluida en nuestras programaciones, que realizamos junto al resto del ciclo (grupos naranja y rojo) y que tiene lugar los martes (uno al mes).
En su programación específica, incluimos la colaboración de los grupos del tercer ciclo de primaria (quinto y sexto) para acompañarnos en la primera de ellas. Compartir nuestra primera salida con «los mayores del colegio» fue una experiencia maravillosa. Observar el cuidado que tenían, la responsabilidad, la atención, cómo les hablaban… ha constatado que estas colaboraciones inter-etapas son y serán un rasgo diferenciador de nuestro proyecto.
En el grupo verde nos preparamos para este acontecimiento, el día anterior, aprovechando el momento de la asamblea de la fruta. En ella hablamos acerca de la normativa inherente a esta actividad.
Entre todos/as recordamos algunas de las cuestiones más importantes que debemos recordar y ejecutar: ir en fila, estar atentos/as a los posibles peligros, seguir las indicaciones de los adultos que nos acompañan, disfrutar del paisaje, permanecer quietos/as junto a la acequia ante el aviso de ¡coche! y no coger basuras del suelo.
Después nos bajamos al jardín, donde nos reunimos con el resto de compañeros/as, elegimos quién nos va a acompañar durante el trayecto y emprendimos la marcha hacia la vega.
Una de las novedades con respecto al curso pasado es que los verdes encabezaremos «el paseíllo», para dar ejemplo de comportamiento y para detectar posibles obstáculos en el camino, ante los cuales haremos de «barrera protectora», para que el resto de compañeros y compañeras puedan transitar con seguridad. Esta semana no hemos desempeñado ese papel, pero lo haremos en próximas salidas.
En esta ocasión el trayecto ha sido en dirección al río Beiro. El objetivo principal era el recordatorio de las normas inherentes a la salida fuera del centro y por supuesto el acogimiento al grupo naranja (al igual que al alumnado de nueva incorporación), ya que ha sido su primera experiencia en la vega.
Aunque el trayecto no ha sido muy largo, hemos tenido oportunidad de visitar nuestro entorno cercano y disfrutar así del privilegiado enclave de nuestro centro, en plena vega granadina.
Esta semana os enlazaré varias entradas más, una referida a la conferencia-experto de Marco sobre las bicicletas y otra en relación a los preparativos y celebración de la fiesta de otoño, que tendrá lugar mañana viernes.
¡Hasta pronto!
Esther Justicia.
Una actividad que realizamos con una periodicidad
En esta última, hemos destinado más tiempo a su recorrido y ampliado por tanto el mismo. Nos agrupamos por parejas, eligiendo a alguien de otro grupo y nos dirigimos en dirección al río Beiro, para seguir nuestro camino de forma paralela al carril bici (dirección Granada) y llegar hasta la altura de «la casa de la bruja». Culminamos la salida con un almuerzo tipo picnic, compuesto por tortilla de patatas, pollo empanado y yogur, que degustamos en el «campo del vecino».
















































En relación a esta experiencia, llevamos a cabo por la tarde nuestro taller creativo, al que titulamos 
Sesión mensual de yoga. 











A la vuelta, una carrera de participación masiva nos abrió enormemente el apetito, así que comimos de maravilla el almuerzo preparado por nuestra cocineras.


Taller de inteligencia emocional.
La sesión se desarrolló en un clima bastante participativo y de interacción mutua, así que decidí ampliarla un poquito y trabajar sobre una lectura de Jane Nelsen, titulada «El espacio tranquilo de Jaime». Un enfoque del tiempo de espera «en positivo», que suele utilizarse mucho en las formaciones de familias enfocadas a la implementación de la «disciplina positiva». Nosotros lo ponemos en práctica a través de nuestro rinconcito de la calma, pero de esta sesión salió la propuesta de crear un nuevo espacio dentro del aula, que poco a poco iremos conformando.














Promoción a la lectura.




Como os comenté en una entrada anterior, el pasado lunes (a la vuelta de la salida cultural) llevamos a cabo nuestra
Otro de los hitos importantes esta semana, ha sido nuestro





El próximo lunes dará comienzo la 




Hoy cerramos semana con un día bastante intenso también. A primera hora hemos escrito, en grupo, una 


Y por último, hemos celebrado la