Archivos Mensuales: septiembre 2013

Los tres cerditos por María

los tres cerditos

… entonces, como no consiguía derribar la casa, decidió entrar por la chimenea, y mientras entraba, los cerditos salieron de la casa aunque el lobo se dio cuenta antes de entrar en la chimenea porque los lobos son muy astutos.
Entonces fueron a casa de su mamña que abrió la puerta y cuando el lobo iba a entrar, la mamá la cogió y empezó a darle  con una sartén en la cabeza hasta dejarlo mareado, y aquel lobo no volvió a comer nunca más cerditos.
The end

Caperucita roja, la trágica y feliz historia. Por Nacho L.

CAPERUCITA NACHO L.
… FINALMENTE CAPERUCITA LLEGÓ A LA CASA DE SU ABUELITA  CON SU CESTA LLENA DE COMIDA.
LLAMÓ A LA PUERTA PERO SE DIO CUENTA DE QUE YA ESTABA ABIERTA Y DE REPENTE VIO A SU ABUELITA APUNTANDO AL LOBO Y AL CAZADOR CON UNA ESCOPETA.
DESPUÉS, CAPERUCITA  Y SU ABUELA LOS ATARON Y LOS INTERROGARON, EMPEZARON CON EL CAZADOR Y DESCUBRIERON QUE REALMENTE NO ERA UN CAZADOR SINO QUE ERA UN LADRÓN CON EL OBJETIVO DE ROBAR EN LA CASA DE LA ABUELITA.
DESPUÉS INTERROGARON AL LOBO Y DESCUBRIERON QUE ERA EL PERRO PERDIDO DE CAPERUCITA QUE UN DÍA SE LE ESCAPÓ Y SE PUSO SUCIO Y FEO, Y POR ESO SE PARECÍA A UN LOBO,  ENTONCES EL SUPUESTO LOBO, CAPERUCITA Y LA ABUELA DECIDIERON DEJÁRSELO AL LOBO PARA QUE SE LO COMIESE VIVO.

CENICIENTA según Natalia

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Cenicienta bajó las escaleras rápidamente y el príncipe tras ella, pero sin darse cuenta, el zapato de cristal se le cayó a Cenicienta. Aunque ya era tarde, Cenicienta había entrado en el carro e iba camino a casa. Pero por suerte el príncipe lo vio y lo guardó.
Al siguiente día, el príncipe llegó a la casa de Cenicienta con el zapato de cristal guardado en una caja preciosa, decorada con diamantes y perlas. Las hermanastras se sorprendieron al ver que el príncipe estaba en su casa.
Él decidió probarle el zapato a todas las mujeres.
-«A quien le quepa este zapato tendrá la suerte de ser mi esposa.»- declaró el príncipe.
Empezó por las hermanastras; no tuvieron suerte y se echaron a llorar. Después se lo probó Cenicienta… no puede ser, el zapato no le cabía. Entonces la esposa del príncipe sería la madrastra. Al final todos vivieron felices excepto el príncipe.

LOS TRES CERDITOS (según Pedro)

…los tres cerditos estaban preparados para cualquier ataque del lobo pero un día llegó a la casa del cerdito menor y sopló y sopló y la casa derrumbó.
El cerdito menor fue a la casa del cerdito mediano pero el lobo sopló y sopló y la casa derrumbó.
Los dos cerditos se fueron a la casa del cerdito mayor donde estarían protegidos, el lobo sopló y sopló pero la casa no derrumbó.
El lobo confuso intentó subir por la chimenea pero vio el caldero y se bajó, a esas alturas la policía cerdo llegó (la que había llamado el cerdo mayor) y arrestó al lobo.
FIN

Cenicienta según Alba

ceni…Entonces cuando dieron la doce la noche Cenicienta echó a correr y por la escalera se le cayó un zapato;
Al día siguiente el príncipe dijo que a la joven que le sirviera el zapatito de cristal, sería su próxima esposa.
Cenicienta corrió y corrió hasta llegar a un pueblecito que parecía muy pobre, en ese momento vino una señora de aspecto alegre y sonriente y le preguntó:
-«Joven ¿De dónde vienes?»
-«De palacio.»
Entonces la señora la miró y dijo:
-» No digas tonterías, si estás hecha un asco.»
Cenicienta se miró el vestido y vio uno roto y deshilachado, y entonces, se acordó que el hechizo había desaparecido.
La señora la cogió de la mano y la llevó al interior de una cabaña de aspecto feo y y malvado por fuera pero que por dentro era muy luminosa y alegre. La mujer sonriente la sentó en una silla y dijo que había que curarle los rasguños que se había hecho antes de llegar al pueblo.
Mientras se lo curaban Cenicienta miró el entorno donde se encontraba, era alegre, y  luminoso, como había visto antes, pero ahora le parecía muchas más cosas le parecía acogedor y grande; alrededor suyo había muchas señoras que se preocupaban y preguntaban como se encontraba.
Ese día Cenicienta supo que su lugar estaba allí, rodeada de personas que la apreciaban tal y como era y no por sus joyas.
FIN