Érase una vez una niña llamada Jessy, siempre estaba mirando a un cofre y no sabía lo que había en él. Le interesaba mucho averiguar su contenido y pensar la sorpresa que habría.
Jessy no lo podía abrir sola, así que llamó a sus amigos para que le ayudaran a abrir la caja. Buzz lighyear se puso en la pared casi enfrente del marciano que se encontraba encima del altavoz, así Buzz podría decirle lo que había que hacer.
Jessy encima del cofre intentando abrir la caja. Y Budy abriendo la caja con junto a Jessy.
