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PERSONAJES

Planteamos a los alumnos la realización de un personaje. Queremos experimentar con una técnica mixta que incluye el trabajo con telas, el dibujo y el coloreado de los fondos con tizas pastel. Las texturas y el colorido de las telas les llama la atención y comienzan a pedirnos, diversas  prendas de vestir: «yo quiero unos pantalones negros», «quiero un vestido largo»… Los pantalones negros, triunfaron entre los chicos y los vestidos rojos y rosas, entre las chicas.

A partir de cada vestimenta, completaron, mediante el dibujo, las características del personaje elegido.  Poco a poco fueron apareciendo diferentes detalles: corbatas, sombreros, cinturones, bolsos, bolsillos…

Para finalizar, colorearon los fondos con tizas que difuminaron con sus manos. El contacto directo con los materiales, sus texturas, sus colores les producen una atracción especial.

¡Los trabajos han quedado magníficos!

Ana Martín

CERÁMICA

Los alumnos de primero tuvieron su sesión de arcilla a primeros de mes. Para este trabajo hemos usado arcilla blanca por su plasticidad y porque mancha menos. El proceso por cual un trozo de arcilla se convierte en un objeto de cerámica, requiere su tiempo.

Comenzamos hablando sobre la diferencia entre la arcilla y el barro. La arcilla es el último proceso de descomposición de la tierra. Químicamente es un silicato hidratado de alúmina, puede contener otros minerales que influyen, sobre todo, en el color y en la plasticidad.

La manipulación de la arcilla es un disfrute para los alumnos, este material nos entronca con una parte primitiva del ser humano. Su versatilidad, posibilita la fabricación de todo tipo de objetos, aunque es esencial conocer cómo reacciona la arcilla al ser manipulada y seguir algunos pasos técnicos para que el éxito esté asegurado; el horno tiene la última palabra.

Una vez secas las piezas se cuecen en el horno cerámico a una temperatura de 980º, incluso este tipo de arcilla admite 1020º . Durante todo este proceso hay que tener paciencia ( me preguntan muchas veces si ya está la arcilla).

Tras la cochura, procedemos al esmaltado. Utilizamos pigmentos y esmaltes cerámicos que aplicamos en otra sesión de trabajo.

Bañamos los trabajos con una capa de esmalte transparente para darle brillo, todos los trabajos pintados quedan blancos, de nuevo.

Para cocer el esmalte, hay que volver a introducir las piezas en el horno . Se preguntan qué ocurrirá en el horno, la intriga va en aumento.  Otra vez hay que tener paciencia y esperar, (mientras tanto me siguen preguntando por cómo van sus trabajos).

¡Ya están expuestos en la entrada del aulario!.

Ana Martín

DIBUJO LIBRE

Un jardín que me gusta mucho, yo tengo uno en mi casa.

El sol tiene gafas, hace viento y está lloviendo yo estoy dentro de la casa por el viento.

Yo , papá, mamá y hermana, las tres vamos a la piscina, papá coge una cerveza. Estamos en casa.

Una sopa de fideillos con patatas, servilleta, cubiertos y vaso de agua.

Un oso con muchas mascotas, vivía en la casa y fu al campo y se encontró un helado y una bola de fuego. El cerdo era su mascota.

Un gato volando y comiéndose una pizza. Un perro haciendo popó, El padre salió de excursión con la mochila,  era de noche.

Una casa, un árbol, flores, dos niñas hermanas un oso, el sol y el arco iris.

Hacía un buen día, yo y la reina. Salieron todas las hadas y cogimos flores. El perro sopló y volaron los dientes de león.

El castillo con flores.

Una sopa y dos pistolas, con ojos y hacía pipí. Estaba lloviendo.

Dos superhéroes: Cervatillo-man y Abeja-man, tenían que derrotar a Ola de moco. Protegían el huevo de Pascua, porque se lo comían y le daba fuerza. Lanzan un combo de fuerza suprema y murió. Unos villanos eran ayudantes de Ola de moco y murieron. «Fue un buen hombre», » me vengaré».

Yo me comí un huevo frito y en el aparcamiento, el camión se iba a chocar, me compré una caravana y me fui al castillo de Bea. Cené una pizza al lado de mi amigo Álvaro.

Una nave de Star Wars. Una planta carnívora se comía a los malos que venían a comerse la nave. El meteorito rojo.

Panel solar, un tobogán y llegas al tejado a arreglar las cosas.

Una torre con flores que echan veneno y la gente se muere cuando las tocan, hay pinchos venenosos en el tejado. Germán las cuidaba.

Un monstruo que no se le ve la cabeza. Remolinos de viento rápidos que matan a la gente. Uno se caía desde la escalera. Había agua, para no entrar al castillo y meteoritos. Nave disparando.

Monstruo que va hacia Fabio. Uno corriendo para que no se lo coma el monstruo.

Camión con granadas explosivas que atacaban el dibujo de Germán y yo disparando misiles. Alejandro era un dragón.

Una canica gigante, y el mar. Naves de Star Wars disparando.

Cuando los adultos miramos los dibujos de los niños, vemos diferentes elementos que, a veces reconocemos  y otras no. Repasamos algunos elementos con rotulador negro para hacerlos más visibles. Queremos que sean ellos quienes desvelen el entramado de sus historias y nos lo cuentan.

Mientras dibujan, surgen las ideas, crean escenarios donde hay seres a los que les suceden cosas; algunos de ellos comparten historias o elementos que interactúan.

NO SON SÓLO DIBUJOS, SON HISTORIAS

Ana Martín

AUTORRETRATO

Como tarea previa, mandamos a los alumnos al espejo para que analicen su cara; mas que mirar sus rostros, se dedican a hacer muecas o a acicalarse un poco, frente al espejo. ¿En qué medida recuerdan lo que han visto, cuando se sientan a dibujar?

Aunque aparentemente no lo parezca, ellos intentan reproducir algunas de sus características, pelo largo, rizado, rubio o moreno. Hablan entre ellos y comentan: » Te has hecho los ojos muy pequeños»,  «el pelo no lo tienes tan largo». Las niñas, se dibujan con el pelo suelto,  aún llevando coleta y, además se dibujan con diadema, aunque ese día no la lleven puesta.

El grupo de segundo, añade al dibujo, una descripción de su forma de ser, de elementos de su yo interior.

«Soy serio, bueno y divertido.  Soy feliz. Cuando me pongo triste a veces lloro. Soy nervioso. A veces chincho. Algunas veces sí tengo cara dura. Yo creo que soy traviesa. Soy amable y también me enfado a veces.  Tengo miedo a la oscuridad. Soy un poquito chulillo. A veces tengo vergüenza. Soy elástica, divertida, amable, loca. Me gusta mi familia. Soy trabajadora. Algunas veces también soy bueno, muy bueno…»

Observando sus dibujos veo cómo afloran sus características físicas: diversas tonalidades de la piel y del pelo, la falta de dientes – propio de esta edad- las gafas… Pero lo que más me asombra es el conocimiento que tienen de su carácter, que quieran compartir sus fobias, también sus aficiones y sus apegos. Me parece fantástico que reflejen  esa dualidad, tan real de: » ser paciente y nervioso, a veces sonriente y otras no, amable y también me enfado, tranquilo y nervioso». Y todo ello en un intento de ser consciente de su propia persona.

Ana Martín

AUTORRETRATO

«Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.» Le decía Don Quijote a Sancho antes de ir a gobernar la ínsula Barataria  Cervantes, M. Don Quijote de la Mancha.

Uno de los trabajos  que abordamos durante el mes de septiembre es la realización del autorretrato. Las imágenes que os muestro, corresponden a los bocetos que hicieron algunos alumnos de quinto en la sesión del lunes. Cada nuevo curso, como una forma de presentarnos al resto de la comunidad educativa, dibujamos  nuestro rostro.

Con esta tarea abordamos varios objetivos:

  • El dibujo del rostro humano. El nivel madurativo de los alumnos, incorpora, cada año,  nuevas destrezas a la hora de dibujar las diferentes partes del rostro.
  • El conocimiento de nuestras características físicas,  nos ayuda en la tarea  de saber cómo somos.
  • Enfrentarse a las inseguridades y al propio juicio sobre nuestra imagen, posibilita paulatinamente la aceptación de sí mismo.

Don Quijote aclara que éste, el autoconocimiento, es el más difícil conocimiento que podamos imaginarnos.

El mundo de la Cultura Visual genera imágenes  globalizadas. Una hiperrrealidad apabullante, potenciada por los avances tecnológicos, nos inunda, e incide en nuestros pensamientos. Con la digitalización de la fotografía, la posibilidad de modificar imágenes está al alcance de todos. Nuestra capacidad de aceptación de lo real está siendo minada; las múltiples metamorfosis que producimos mediante el retoque fotográfico, nos hacen dudar entre lo real y lo manipulado-imaginado.

Otras tareas nos ayudarán a mirar nuestro interior, pero no hay que subestimar la aceptación de lo físico. Vivimos en una sociedad que nos induce, en la mayoría de sus producciones visuales, a tapar lo «feo», a minimizar las imperfecciones, a transformar la realidad. Nosotros con esta tarea tratamos de reproducirla y aceptarla.

En próximas entradas os mostraré el trabajo de los alumnos de primaria.

Ana Martín