ESTUDIO DE AUTOR

Cada año, antes que finalice el curso,  dedicamos algunas sesiones de trabajo a los autores. Comenzamos ojeando diversos libros de grandes pintores. Cada alumno elige profundizar en un autor. Los gustos coinciden y se agrupan para trabajar.

En clase tenemos una colección de libros de pintura, en principio les llamó la atención y miraban con atención las ilustraciones. Conforme el trabajo avanzaba recurrieron a las tablets para obtener la información. Por un momento me alarmé, «no necesitan los libros», pensé. Posteriormente, como decidieron hacer ellos mismos las réplicas de algunos cuadros,  los usaron para hacer las reproducciones.

El día de la exposición pude comprobar gratamente que dominaban la manera de exponer en público. Yo no les había dado ninguna indicación, lo primero que hacían era presentarse, hablaban ordenadamente, según el guión con el que investigaron, algunos se lo habían aprendido de memoria, incluyeron alguna lectura como complemento, incluso improvisaron con otros autores de los que querían hablar. Trabajaron de forma autónoma y se organizaron bien.

Este trabajo de estudiar a diferentes autores es solo una pincelada por la historia de la pintura. Los alumnos tienden a elegir nombres que son muy conocidos, que forman parte del imaginario colectivo, generalmente son varones. Reflexionamos sobre el tema. El mundo del arte es mucho más extenso que todo esto. Hay autores de uno u otro género, cuyos nombres no se conocen y son creadores extraordinarios. Por otra parte, el mundo de las artes visuales se ha diversificado, quizás no seamos del todo conscientes, pero el lenguaje artístico se ha convertido en un gran gestor cultural, ha salido de los museos. Las imágenes que nos rodean forman parte de las pedagogías invisibles y poseen la capacidad de transformación social, es fundamental saber descifrar los códigos que generan.

Ana Martín