EMOCIONES -LA MIRADA PENSANTE

En el grupo de segundo, tras la realización del autorretrato, realizamos otra práctica sobre el rostro humano encaminada a reconocer y dibujar diferentes emociones.

¿Qué peso tienen las emociones en los pensamientos o en la conducta  de los seres humanos? Si algo caracteriza a la etapa de la infancia es la gran explosión de emociones, a veces no diferenciadas y en bastantes ocasiones descontroladas.

Puesto que las emociones nos dirigen hacia una acción determinada, el aprender a reconocerlas implica, en cierta medida, el comienzo de controlar las acciones.  A lo largo de la evolución, el ser humano ha tenido que ir ajustando sus acciones para adaptarse a las exigencias del entorno cambiante.

En la actualidad, todos nosotros y especialmente nuestros alumnos, se encuentran con una sociedad cambiante y colmada de estímulos. Nuestras experiencias vitales y el medio en el que nos haya tocado vivir, irán moldeando nuestro equipaje genético para definir nuestras repuestas ante los estímulos emocionales que nos vamos encontrando.

Las habilidades emocionales son susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida. En ese conjunto de habilidades que configuran la inteligencia emocional, destacan el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.

En el grupo de tercero trabajamos la expresión a través de los ojos. En este trabajo queremos plasmar una serie de miradas, dibujadas por los alumnos de forma espontánea.

Partiendo de los ojos que habían dibujado. Tras pegar los ojos en la cartulina, pasamos al montaje de una composición en la que los alumnos tuvieron libertad para organizarla según sus criterios. El tener pintura a mano les motiva, como bien puede apreciarse en sus trabajos.

En otra sesión dibujaron ojos mirando a los ojos de sus compañeros. Queremos que se aproximen al dibujo más realista y que vayan interiorizando las diversas partes del ojo humano. Hablamos de que cada ojo, metafóricamente iba a «pensar en algo». De ahí que le hemos puesto a este trabajo «La mirada pensante». Los pensamientos también son un desencadenante de nuestras emociones.

Ana Martín