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URDIR LA TRAMA

Urdir la trama en términos literarios o cinematográficos hace alusión a todas aquellas tareas que hay que planificar y ejecutar para llevar a cabo los objetivos del creador del guión o la narración. En esta ocasión, para llevar a cabo esta tarea de tejer, hemos tenido que «urdir la trama».    Ha sido un proyecto en el que la planificación y la ejecución han estado condicionadas por circunstancias adversas  a las que hemos tenido que adaptarnos y solventar diversos factores  que han contribuido a que la tarea se ralentizase.

Comenzamos a mediados de Octubre realizando un marco  de arcilla que nos serviría de telar. Partimos de una plancha de arcilla, dimos algunas orientaciones sobre el grosor, el número de perforaciones para la urdimbre, la manera de manipular el marco… En la libreta de artística, cada alumno realizó un diseño de cómo sería la forma de su telar. Surgieron diseños muy originales.

Tras el proceso de secado y cochura en el horno, tuvimos algunas roturas. Volvemos a hacer los marcos que se habían roto y a mediados de Noviembre esmaltamos. El final del primer trimestre llegó, teníamos  cocidas las piezas esmaltadas. Aun así hubo nuevas roturas que decidimos afrontar a la vuelta de vacaciones.

Comenzamos el segundo trimestre. Nos faltaban cuatro marcos. Abordamos las actividades de  geometría y los trabajos para la Semana Cultural mientras solventábamos las roturas.

¡Por fin!, llega Marzo y podemos ponernos a realizar la urdimbre (hilos verticales) e incluso a realizar la trama (hilos verticales). De lo que no éramos conscientes es que aún nos quedaba otra circunstancia por la cual esta tarea aún está sin terminar.

Hemos ido trabajando  en esta tarea durante varios meses,  no nos importa esperar de nuevo. Este hecho, en estas circunstancias, es ahora irrelevante.

Durante este periplo de circunstancias que os he descrito,  lo he comentado también en clase, reflexionaba sobre el valor implícito en el factor tiempo-trabajo de diferentes actividades. La premura en la ejecución de nuestras actividades es un factor intrínseco de eficacia. Lejos de subestimar este concepto también podemos volver la mirada y pararnos a experimentar acciones en las que el tiempo no está en la cúspide de nuestros objetivos. Valorar los procesos, disfrutar las vivencias,  aprender de los tropiezos, adaptarse a los contratiempos, apostar por la creatividad para inventar nuevas soluciones.

Cuando retomemos este trabajo, quizás nos hayamos fortalecido y terminemos nuestra tarea con satisfacción de haber aprendido del tiempo pausado y de las dificultades que hemos solventado en el camino.

Por último y hasta que os pueda hacer otras sugerencias os recomiendo que hagáis un telar en casa junto a alguno de vuestros padres o mayores que tengáis a vuestro alrededor. Sólo necesitáis un cartón duro y algunos hilos, el proceso ya lo sabéis. Os puede ayudar esta actividad para que practiquéis cómo hacer un nudo, cómo repartir los agujeros en el cartón y dónde hacerlos para que no se rompa, hacer un cálculo de la medida del hilo para la urdimbre, agilizar nuestros dedos para contener el hilo y que la urdimbre esté tensa, gestionar la trama para que el hilo pase por encima y por debajo y así sucesivamente, controlar la tensión de la lana para que no se contraiga el tejido, incluso os podéis inventar otros nudos  o bien otros elementos para incluir en el tejido. ¡Ah!, aunque os acompañen, hacedlo vosotros.

¡Ánimo!, seguro que si practicáis, a la vuelta os será más fácil.

Ana Martín

TEJIENDO COLORES

Comenzamos esta actividad construyendo un telar de arcilla. Partimos de una plancha de  gres o arcilla blanca. Cada alumno da forma a un marco y lo decora grabando en su superficie diversas texturas. Para finalizar perforan los agujeros en los que se sujetará la urdimbre.

Tras la cochura, procedemos al esmaltado.

Para completar el telar, nos hace falta crear la urdimbre. Hablamos de las fibras naturales de origen vegetal que, a lo largo de la historia, diversas civilizaciones  han  usado para tejer: semillas, tallos, hojas, frutos y raíces se procesaban para obtener diversos productos textiles con diferentes usos funcionales.

Probamos a trenzar con los tallos de papiro y con las hojas del maíz, experimentamos la dificultad.  Con los hilos tensados, comenzamos a tejer. Usaremos lana de diferentes colores  para rellenar la urdimbre.

La definición de tejer contiene la acción de entrelazar hilos, cordones, espartos u otro material flexible para formar diversos tipos de tejidos. Otra acepción de este término conlleva el hecho de discurrir, formar planes o ideas. Los alumnos de cuarto han tenido que pensar un proyecto integral que se inició dando forma y textura a un marco de arcilla y ha concluido con la acción de entrelazar, de forma estructurada, hilos de colores.

Ana Martín

TEJIDOS

Según su definición, tejer consiste en entrelazar hilos, o nudos o anillos de un solo hilo para formar telas, trencillas, esparto, etc..

También entrelazar, cruzándolos en el telar, los hilos de las dos series llamadas la trama y la urdimbre.

En esta ocasión realizamos la urdimbre sobre CDs reciclados. Cuando planteé este trabajo a los alumnos de tercero pensaba que tendrían más dificultades de las que plantearon. La mayoría sabían hacer nudos o bien practicaron cómo hacerlos.

Figuradamente tejer implica el hecho de componer, ordenar y colocar con método y disposición una cosa.

Hay actividades a las que no le damos la importancia que tienen, parecen tareas simples y pensando con fundamentos artísticos, no las catalogamos como actividades creativas.

Recortar, enhebrar, anudar, atar, trenzar, tejer, punzar, amasar… son actividades que requieren una gran precisión y un alto nivel de  coordinación  y a través de ellas contribuimos al desarrollo de la psicomotricidad fina, logrando una perfecta sinergia de diferentes órganos de nuestro cuerpo.

Contribuimos, además, al desarrollo de habilidades que son la base para que otro tipo de aprendizajes se produzcan. Aumenta la seguridad personal de los alumnos al poder dominar diferentes técnicas y profundizar en la experimentación de procesos diversos.

Nuestro trabajo requirió varias sesiones y una gran dosis de paciencia. Como material que adornó en la fiesta fin de curso, parecía un trabajo insignificante.

Reflexionando sobre el tema aprendemos que el trabajo laborioso, aunque no ocupe un gran espacio físico, sí llena un gran espacio de sabiduría dentro de nosotros.

Quedé gratamente sorprendida, el grupo de tercero trabajó con esmero, se ayudaron, fueron pacientes, en definitiva crecieron un poco más, preparándose para nuevos retos que les esperan en el curso próximo.

¡Buen trabajo! Seguid practicando este verano.

Espero que paséis buen verano

Ana Martín