DEL REALISMO AL CUBISMO

Con esta práctica queremos que los alumnos experimenten diversas técnicas de dibujo y pintura. Para el primer ejercicio llevamos a la clase diversos frutos y hortalizas, podrán agruparlas libremente  sobre la mesa o en la cesta. Deben hacer un dibujo, lo más  real posible, de los frutos seleccionados.

Aprendemos que la composición con frutos, flores y objetos, generalmente de menaje de cocina, se llama bodegón. Vemos diferentes obras de algunos pintores: «Naturaleza muerta con cebollas de 1896″, «Cesto de manzanas de 1893″ Paul Cézanne;  «Bodegón de espárragos, alcachofas, limones y cerezas» Blas de Ledesma; «Bodegón ochavado con racimos de uvas, 1646» Juan de Espinosa; «Bodegón con cardo» Sánchez Cotán.

Para el coloreado usamos lápices acuarelables, tras su aplicación, difuminamos el color con un hisopo humedecido.

Nos planteamos un reto: transformar la obra realista en un trabajo que se asemeje al estilo cubista. Para ello vemos obras de pintores con un estilo diferente: «Nature norte aux citron», «Le Jour» Georges Braque; «Peras y manzanas», » Vaso y jarra», Pablo Picasso. La utilización de diferentes formas geométricas, se hace patente en estas obras.

Ver las formas que subyacen tras los objetos, es un ejercicio muy complejo; es necesario el reconocimiento de las figuras y su  terminología, poner en marcha la visión espacial y abstraer de la realidad los códigos geométricos que permiten descifrarla y organizarla. ¡Todo un reto!

Ana Martín