AUTORRETRATO

Comenzamos esta actividad, con una foto personal hecha con la tablet. Una vez ubicadas las fotos en las carpetas, la primera reacción de muchos alumnos, fue el retoque  de la fotografía que acababan de hacerse.

El retoque fotográfico, puede corregir errores de toma; con él editamos una imagen cambiando el brillo, la intensidad de la luz, contrastes, etc… En cambio, la manipulación fotográfica, mueve elementos de lugar, añade o quita otros (tersura de la piel, tonalidad, lunares, arrugas, reduce volúmenes); en definitiva,  convierte la realidad en una versión inventada que omite parte de la realidad y que trasmite patrones de perfección y belleza estandarizados.

Nuestros alumnos, nuestros hijos, reciben diariamente multitud de imágenes que se enmarcan en la  hiperrealidad, de ahí la excesiva preocupación por su  imagen.  Es el momento de ayudarles a canalizar sus miradas, de enseñarles a discernir entre lo que responde a una realidad y aquello que está manipulado o es un producto artístico. Y sobre todo, es necesario seguir apoyando su autoestima, la aceptación de sus peculiaridades, la valoración de sus diferencias, sin que sus posibilidades de bienestar estén asociadas a los mensajes prefabricados, a lo material o al éxito social.

Ana Martín

AUTORRETRATO

La sesión de dibujo, en el grupo de quinto, se desarrolló en un clima de tranquilidad emocional. Algunos hicieron comentarios sobre sus caras fotografiadas, pero me sorprendió la aceptación general que tuvieron de su imagen.

Eso sí, hubo algunos cambios en el pelo de las chicas. El día que les fotografié, muchas de ellas llevaban coleta; en su dibujo se representaron con el pelo suelto. No se, si esto sucede por coquetería ( mejora de su imagen), o porque el pelo suelto habla de su condición de mujer ( identidad femenina), al preguntarles me contestan: nos gusta más así. En nuestra cultura,  el pelo largo sigue siendo símbolo que identifica al género femenino. El cabello tiene su propio lenguaje y carácter, es una extensión de nosotros mismos y  la manera en que sea peinado, es sumamente importante para ambos géneros, contribuyendo  a su identidad física.

Ana Martín

AUTORRETRATO

El dibujo del autorretrato se realiza, en el grupo de cuarto, partiendo de una foto de cada alumno. Enfrentarse a su propia imagen pone tensos a algunos alumnos.

En ese intento de aceptación de lo que hacen,  repiten el dibujo hasta que les satisface el resultado. Otros abordan la tarea más relajados, con relativa naturalidad.

El grupo de tercero realiza el trabajo sin tener una foto de referencia, algunos acuden a mirarse al espejo para ver las características de su rostro; aún así, la mayoría, resuelven el dibujo acudiendo a la forma en que ellos dibujan diversos personajes.

En este ciclo se hace patente que, la necesidad de acercarse a la realidad, se desarrolla en cuarto curso. Es precisamente esta necesidad interna, la que tensiona el hecho de dibujar su rostro. A partir de ahora, buscarán herramientas para hacer satisfactoria esa tarea.

Ana Martín

AUTORRETRATO

Como tarea previa, mandamos a los alumnos al espejo para que analicen su cara; mas que mirar sus rostros, se dedican a hacer muecas o a acicalarse un poco, frente al espejo. ¿En qué medida recuerdan lo que han visto, cuando se sientan a dibujar?

Aunque aparentemente no lo parezca, ellos intentan reproducir algunas de sus características, pelo largo, rizado, rubio o moreno. Hablan entre ellos y comentan: » Te has hecho los ojos muy pequeños»,  «el pelo no lo tienes tan largo». Las niñas, se dibujan con el pelo suelto,  aún llevando coleta y, además se dibujan con diadema, aunque ese día no la lleven puesta.

El grupo de segundo, añade al dibujo, una descripción de su forma de ser, de elementos de su yo interior.

«Soy serio, bueno y divertido.  Soy feliz. Cuando me pongo triste a veces lloro. Soy nervioso. A veces chincho. Algunas veces sí tengo cara dura. Yo creo que soy traviesa. Soy amable y también me enfado a veces.  Tengo miedo a la oscuridad. Soy un poquito chulillo. A veces tengo vergüenza. Soy elástica, divertida, amable, loca. Me gusta mi familia. Soy trabajadora. Algunas veces también soy bueno, muy bueno…»

Observando sus dibujos veo cómo afloran sus características físicas: diversas tonalidades de la piel y del pelo, la falta de dientes – propio de esta edad- las gafas… Pero lo que más me asombra es el conocimiento que tienen de su carácter, que quieran compartir sus fobias, también sus aficiones y sus apegos. Me parece fantástico que reflejen  esa dualidad, tan real de: » ser paciente y nervioso, a veces sonriente y otras no, amable y también me enfado, tranquilo y nervioso». Y todo ello en un intento de ser consciente de su propia persona.

Ana Martín

AUTORRETRATO

«Has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.» Le decía Don Quijote a Sancho antes de ir a gobernar la ínsula Barataria  Cervantes, M. Don Quijote de la Mancha.

Uno de los trabajos  que abordamos durante el mes de septiembre es la realización del autorretrato. Las imágenes que os muestro, corresponden a los bocetos que hicieron algunos alumnos de quinto en la sesión del lunes. Cada nuevo curso, como una forma de presentarnos al resto de la comunidad educativa, dibujamos  nuestro rostro.

Con esta tarea abordamos varios objetivos:

  • El dibujo del rostro humano. El nivel madurativo de los alumnos, incorpora, cada año,  nuevas destrezas a la hora de dibujar las diferentes partes del rostro.
  • El conocimiento de nuestras características físicas,  nos ayuda en la tarea  de saber cómo somos.
  • Enfrentarse a las inseguridades y al propio juicio sobre nuestra imagen, posibilita paulatinamente la aceptación de sí mismo.

Don Quijote aclara que éste, el autoconocimiento, es el más difícil conocimiento que podamos imaginarnos.

El mundo de la Cultura Visual genera imágenes  globalizadas. Una hiperrrealidad apabullante, potenciada por los avances tecnológicos, nos inunda, e incide en nuestros pensamientos. Con la digitalización de la fotografía, la posibilidad de modificar imágenes está al alcance de todos. Nuestra capacidad de aceptación de lo real está siendo minada; las múltiples metamorfosis que producimos mediante el retoque fotográfico, nos hacen dudar entre lo real y lo manipulado-imaginado.

Otras tareas nos ayudarán a mirar nuestro interior, pero no hay que subestimar la aceptación de lo físico. Vivimos en una sociedad que nos induce, en la mayoría de sus producciones visuales, a tapar lo «feo», a minimizar las imperfecciones, a transformar la realidad. Nosotros con esta tarea tratamos de reproducirla y aceptarla.

En próximas entradas os mostraré el trabajo de los alumnos de primaria.

Ana Martín