LA VEGA, EL SUELO Y SUS ALIMENTOS

Ayer vivimos una jornada especial con la excursión a la Vega . La experiencia nos permitió aprender directamente en contacto con la naturaleza, integrando conocimiento, juego y cooperación.

 

El grupo de tercero presentó su investigación sobre el suelo, un tema que llevamos trabajando en clase desde hace varias semanas. Durante la salida, explicaron cómo el suelo está formado por componentes orgánicos e inorgánicos. Comprendimos que los componentes orgánicos son los restos de seres vivos —como las hojas, raíces o pequeños insectos en descomposición— que dan lugar al humus o mantillo, una capa rica en nutrientes que permite el crecimiento de las plantas. Los componentes inorgánicos, en cambio, están formados por rocas, minerales, arena y arcilla. Además, distinguimos entre los seres vivos que habitan el suelo (lombrices, insectos, bacterias, hongos…) y los seres inertes (minerales, agua, aire), descubriendo cómo todos trabajan juntos para mantener la fertilidad de la tierra.

Mientras tanto, el grupo de cuarto tuvo un papel fundamental como guía y grupo mayor. Además de cuidar y acompañar a los más pequeños, compartieron su investigación sobre los alimentos de la Vega y del jardín, explicando su origen, los nutrientes que aportan y sus propiedades saludables

Durante nuestra caminata por la Vega, identificamos los campos de maíz, ajos y espárragos, aprendiendo a reconocer las diferentes especies vegetales que se cultivan según la estación. El paisaje natural, las montañas y los ríos cercanos al colegio Alquería nos ofrecieron un entorno ideal para conectar el aprendizaje con la vida real.

El momento del almuerzo compartido fue uno de los más esperados: risas, bocadillos, conversaciones y la alegría de estar al aire libre entre compañeros. De regreso al cole, celebramos una asamblea de reflexión, recordando todo lo aprendido y comprobando cuánto hemos avanzado en la comprensión del suelo, su estructura y su importancia para la vida del planeta.

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Con esta experiencia, no solo consolidamos conocimientos científicos, sino que también fomentamos la curiosidad, la observación y el cuidado del entorno.

Como parte práctica para ambos grupos, realizamos un “experimento del suelo en botella”. Cada grupo preparó su propio recipiente transparente, representando las capas del suelo:

  • En la capa inferior colocamos piedras, simulando la capa más profunda, que ayuda al drenaje del agua.

  • En la capa intermedia añadimos tierra del jardín, representando la parte más mineral del suelo.

  • En la capa superior, pusimos humus del huerto, rico en materia orgánica y microorganismos beneficiosos.

Para completar el experimento, sembramos ajos en la parte superior, utilizando los dientes recolectados durante nuestra visita a la Vega. Hablamos sobre cómo el ajo puede emplearse en nuestro huerto como insecticida natural, ayudando a proteger las habas que plantaremos la próxima semana de las plagas más comunes.

Cada recipiente ha sido etiquetado cuidadosamente por los niños y niñas, que escribieron el nombre de cada capa en un cartelito pegado sobre el envase. De este modo, podrán continuar observando los cambios a lo largo de los días.

Estas han sido las actividades que dan cierre al primer tema del área de ciencias «EL SUELO» (en el grupo de tercero) y «LOS ALIMENTOS» ( en el grupo de cuarto).  A lo largo de estas semanas hemos impulsado una dinámica de investigación (guiada para el grupo de tercero por la necesidad de conocer y familiarizarse con la dinámica) donde cada integrante del grupo desarrolla el tema, a partir de un índice y un plan de trabajo con acompañamiento docente, pero con espacio para la exploración personal.

El objetivo principal de esta dinámica es que cada cual aprenda a investigar de manera significativa. A partir de un tema común, el grupo recopila información de diversas fuentes, organiza sus ideas en sus libretas y elabora «informes». Este trabajo fomenta competencias como la comprensión lectora, la síntesis escrita y el pensamiento crítico, pilares del aprendizaje por descubrimiento.

En el grupo de tercero lo más enriquecedor ha sido observar cómo varios de ellos se animaron a ir más allá  y dar un paso adelante en autonomía,  buscando en los libros de texto, unificando datos e incluso redactaron el último apartado de manera autónoma, compartiendo luego su versión con el resto para discutir y mejorarla colectivamente. Este intercambio permitió fortalecer la expresión escrita y el trabajo colaborativo, dos ejes fundamentales en la formación integral del alumnado. En el grupo de cuarto ya está más consolidada esta dinámica de trabajo y la autonomía.

Desde una perspectiva pedagógica, esta experiencia reafirma que cuando quienes aprenden participan activamente en la construcción de su conocimiento, el aprendizaje se vuelve más auténtico, duradero y significativo.

Os deseamos un buen fin de semana.

Juanjo y Laura

Tutores segundo ciclo