ADIÓS…HASTA PRONTO!

Dos años. Durante este tiempo hemos invertido esfuerzo, trabajo, tiempo, dedicación, cariño y algún que otro desvelo para poder ir guiándonos, como compañeros  de parte de nuestros caminos.

Desde el primer día que nos pusimos frente a frente (ellos, vosotros y yo) conocí personalidades excepcionales, mentes maravillosas llenas de grandes ideas y curiosidades, que han hecho que me esforzase cada día por mantener la creatividad y el entusiasmo.

En este tiempo he visto como han ido creciendo y floreciendo, se han ido preparando para afrontar nuevos retos y salir airosos. Sería utópico pensar que este camino ha sido lineal, algo imposible cuando se trata de aprendizaje, pues las expectativas y los obstáculos mentales de cada cual suponen ciertas limitaciones. Han ido progresando gracias a su compromiso.

Para ello han pasado por momentos donde parecía que se mantenían   y el avance era mínimo, estaban estancados, aunque en realidad estaban integrando lo necesario para saltar de nivel; el aprendizaje estaba teniendo lugar aunque no se veían los resultados.

Ha habido también retrocesos, tan necesarios para dejar a un lado los hábitos y contenidos conseguidos sin haber adquirido bien los nuevos. Este momento es duro, ya que genera frustraciones que han tenido que saber gestionar.  Esta fase es imprescindible, pues «para aprender hay que desaprender».

El «estancamiento» y el «retroceso», aunque parezcan situaciones incómodas, son normales y necesarias en todo proceso de aprendizaje.

Por supuesto, ha habido muchos avances, donde han sabido integrar con éxito lo ya adquirido/trabajado con los aprendizajes nuevos, lo que les ha llevado al éxito, a continuar avanzando.

Todo esto supone aprender a aprender, que es el principal objetivo de mi práctica docente.

Ahora sí, con todo esto, pasando por todas estas fases… están preparados para afrontar  nuevos retos, experiencias y aprendizajes. Mientras,  yo sigo aquí llena de orgullo y nuevas enseñanzas.

Ya me despido, dando las gracias a todos y cada uno de mis alumnos por todo lo que me han enseñado en este tiempo, por haber conseguido alegrar los días más grises con su humor desbordante y sus sonrisas (muchas veces tímidas y cómplices).

Espero haber dejado en ellos alguna enseñanza significativa, haber dejado alguna huella en su construcción como personas, pues cada uno de ellos han construido parte de quien soy ahora. GRACIAS.

Esta es una «despedida» más, pues ya tuve la oportunidad de hacerlo personalmente de casi todos vosotros. Aún así, quiero deciros que el miércoles estaré en el cole para despedirnos y para cualquier duda o consulta final que queráis hacerme.

Un abrazo a todos!

Laura